Lucrecia se asume parte del paisaje espiritual de una patria que canta, de un país que es libre en las guitarras, que es más humano en la copla, que es más América en los sueños. Su voz abraza los jardines de la zamba y los arrabales de los tangos, los patios de las chacareras y la ternura infinita de esa tarde de provincia que, entre limoneros y siestas, en seis cuerdas se retrata. Cantar en este continente es ser un poco biógrafo de sus ríos y sus montañas, de los idiomas que desaparecieron y de los ritmos que se inventaron, porque cantar en esta parte del mundo es asumirse un poco vuelo de cóndor y viento de Patagonia, niebla puelche y cogollo cuyano, bandoneón porteño y acordeón litoraleño. Lucrecia Longarini nació en Dudignac, en el centro de la provincia de Buenos Aires, en la que, seguramente, ha transcurrido la infancia soleada de la que habla el título de su primer disco. Esa niña que caminó por ese sendero de luz, hoy es una mujer artista que vive en la ciudad, pero que en cuya deliciosa voz permanece color de pueblo, que se asienta maravillosamente en las canciones elegidas para “A Orillas del Sol”, su primer trabajo discográfico. Canciones clásicas del repertorio folklórico argentino, como “Campo afuera” (Carlos Di Fulvio); “Zamba Azul” (Armando Tejada Gómez y Tito Francia); “Sueño de la vendimia” (Jorge Viñas e Ismael Guerrero); Chacarera de un triste de los hermanos Simón y “Zamba de Juan Panadero” de Castilla y Leguizamón conviven en la voz de Lucrecia junto a las de sonido mediterráneo como “Puente de los Suspiros” de Chabuca Granda y “Yo perdí el Corazón” de José Escajadillo. Un bella versión de “Oración del Remanso” de Jorge Fandermole abre el disco, seguida por “La huesuda” (Hilda Herrera/ Kiko Herrera); “Canción de cuna Costera de Linares Cardozo y la “Milonga del Olvido” de Jorge Marziali, además de la que da nombre al disco, compuesta por Aldy Balestra y Petu Fernández. Un recorrido por el vasto territorio de la música popular es este primer disco de Lucrecia con aroma a pueblo, a días de la niñez soleados, a campo abierto, y tardecitas de verdor, con pinceladas de colores urbanos, puestos en los momentos adecuados. Y algo más, que explica Aldy Balestra en la tapa del disco: “A orillas del sol” se recuesta la nostalgia de quienes dejamos alguna vez nuestra infancia… nuestro país pequeño… nuestro pueblo. Porque a orillas de ese sol que siempre se nos está yendo, pero con la promesa de volver cada día, los pueblos del interior luchan por mantener encendida la luz de la esperanza, la memoria y el futuro y el pertenecer. Porque más allá de la muerte, todos tenemos un lugar donde quedar para siempre en el regazo de nuestro pueblo. En el mismísimo cielo… justo ahí “a orillas del sol”. Ficha técnica Lucrecia Longarini – voz Javier Lozano – piano / Mario Gusso – percusión / Rudi Flores – guitarra y arreglos (tema 3) / Ricardo Rodríguez Molina – guitarra / Jorge Viñas – guitarra (tema 7) / Jorge Labanca – guitarra / Martín Lorenzo – cello / Saúl Martín – flauta traversa / Gustavo Grobocopatel – coros (tema 10) / Eduardo Velardi – bombo y quenacho Producido por Pablo M. Ayala Grabado en Estudios MTT por Jorge “Portugués” Da Silva, Osvel Costa y Daniel García. Estudios “La Urbana” por Federico López. Estudio CeroUno por Osvel Costa y Oscar Poliak.Diseño y Fotografía: Koste Diseño & imagen.