Matías nació y creció rodeado de música, su casa estaba llena de instrumentos, y ya desde chiquito, la guitarra, el violín e incluso los micrófonos, le resultaban más atractivos que cualquier juguete. Su abuelo, Antonio Agri, quien fue un reconocido violinista, ganador de un premio Grammy y ciudadano Ilustre de la ciudad de Rosario, le inculcó desde pequeño el amor por el ritmo y las melodías. A los 13 años, comenzó sus estudios formales en el conservatorio Julián Aguirre de la localidad de Banfield. La guitarra fue el primer instrumento que abrazó con fuerza y al que dedicó la mayoría de su tiempo para lograr perfeccionar su técnica y estilo. Su primer trabajo, como no podía ser de otra manera, no se apartó del camino musical, y comenzó como asistente en el estudio de grabación Quinto, de la localidad de Adrogué. Poco tiempo después decidió sumergirse de lleno en el mundo de las consolas y la producción y fue que comenzó a estudiar sonido en la Universidad Nacional de Lanus. En 2005, con tan solo 16 años, decide dar sus primeros pasos profesionales en el mundo de la música y formó la banda de rock/pop Polliester, con la que editó dos discos: Nunca Es Demasiado (2009) que cuenta con la participación de Mariano Martinez (Attaque 77) y Ecos (2013). Los ocho años que el grupo se mantuvo en vigencia, le dieron a Matías no solo la oportunidad de crecer y desarrollarse profesionalmente, sino que además lo llevó a pisar vastos escenarios tanto de Buenos Aires como también del interior del país. Entre los recintos más destacados en los cuales se presentó se encuentran, The Roxy, Teatro Vorterix y Gap (Mar del Plata), en donde compartió escenario con la banda Tan Biónica. Con la disolución de la banda, llegó un período en el que Matías se abocó principalmente a completar sus estudios y a la producción del disco Un Día En Las Estrellas, del grupo Perdiendo El Control. Actualmente, se encuentra finalizando la producción de lo que será su primer material en solitario. Un compendio de grabaciones con esencia pop, que ya sea en forma de balada o de canción guitarrera, le hablan al amor y llaman desde una perspectiva cargada de optimismo a luchar por alcanzar los sueños.