简介
Nabález - Blues, soul, y baladas. Nací en Bogotá en el año 1993. Soy el hijo mayor de Alejo y Goyo, quienes me tuvieron entre sus 24 o 25 años de edad. Mi Madre, de familia Paisa, comenzaba su primer trabajo en ese entonces como publicista y mi Padre, de familia "cachaca", aún no se había graduado como Ingeniero. Tuve la suerte de presenciar el grado de mi Padre y su matrimonio con mi Madre; eventos que no muchos pueden ver. Mientras ella aún encuentra su felicidad en el canto y las artes (creo que de aquí viene mi creatividad y musicalidad), él se destaca por su racionalidad y adrenalina deportiva. Dado lo jóvenes que eran mis padres, crecí escuchando a Michael Jackson, Kool & The Gang, Earth Wind & Fire, Chaka Khan, y demás artistas de Funk, Disco, y R&B que mi Papá hasta hoy sigue poniendo. Por otro lado, mi Mamá era más "romanticona" y los Domingos en la casa sólo se escuchaba Menudo, Ricardo Montaner y Alberto Plaza. Comienzo hablando de este par de locos que amo porque han sido quienes me lo han dado todo, hasta las influencias musicales y, en los momentos más difíciles, han sido ellos quienes han sudado la gota gorda; algo que siempre llevaré en la sangre. De los acontecimientos de mi infancia que más recuerdo, no soporté las clases de teatro musical, iba a casa de una señora alemana en el centro de Bogotá a tomar clases de piano, despedía a mi abuelo Nancho y a sus amigos salir en caballos enormes a cabalgar mientras una "burroteca" distorsionaba los tangos de Gardel y las rancheras de Chente, tocaba percusión en la máquina de coser de la tía abuela Toña, y tenía un gusto particular por extraviarme de mis Padres (aún no suelto esa manía). Desde entonces tengo un sentimiento extraño y placentero de perderme del mundo, de descubrir lo que nadie ha probado, y de nutrir mis cinco (o seis) sentidos de atrevimiento, naturaleza, y libertad. Fueron Alejo y Goyo, mis Padres, los responsables de ese instinto animal, por llamarlo de alguna manera. A mis cuatro años, casi cinco, llegó Lela, mi hermana. A medida que crecimos, me di cuenta que por algún motivo que hasta hoy desconozco, yo era su héroe y me atrevo a decir que hoy lo sigo siendo. Fuese por esa necesidad de tomar riesgos infantiles o simplemente porque la dejaba dormir en mi cama por noches infinitas, entendí el significado de Lela en mi vida. El desafío constante de estar a la altura de sus expectativas, me hizo ser más fuerte y dedicado cada día en silencio, siendo ella la única que se daba cuenta. Sin importar si yo tenía que ver maratones de Hillary Duff y Hannah Montana junto a ella al llegar a la casa después del colegio, fue Lela la responsable de atraer fortaleza tanto física como mental. Gracias a los primeros trabajos de mis padres como profesionales, tuvimos que mudarnos a EEUU a mis 6 años de edad. Duramos casi 4 años viviendo entre los estados de Florida y Georgia. Aquí tuve mis primeras clases de guitarra y llegaron a mí los sonidos de Ray Charles, Joss Stone, y James Brown. Nos regresamos a Colombia a mis 10 años dada la crisis que comenzaba en EEUU y mi padre renunció a su trabajo como mensajero para formar su empresa en Colombia, su sueño desde que yo había nacido. En Colombia era todo muy distinto, pero no necesariamente para mal. Comencé el bachillerato en un colegio británico bastante estricto y con lo poco que había aprendido de piano, me uní a la única banda que existía allí la cual tocaba rock cristiano y covers de Ekhymosis. Sin embargo, a los 3 meses, se abrieron dos caminos. Junto con el baterista y el bajista, formamos una banda de neo-punk llamada "Hemisferio" y, al mismo tiempo, comencé unos cursos libres de teoría musical y guitarra Jazz en la Universidad Javeriana los Sábados y los Martes después del colegio. Con Hemisferio duramos casi 4 años, tuvimos 3 "toques" en Bogotá, y grabamos 5 canciones. Todos los temas los escribía el baterista y yo los cantaba. En mis últimos años de colegio, tomé unas clases de técnicas de grabación en EMMAT (una pequeña pero dedicada escuela que constaba de una casa con un par de salones y una cocina) y me llamaron para cantar en una banda de rock donde tocábamos covers de Incubus, Nirvana, y Radiohead. Con esta banda nunca salimos del ensayadero. Llegó el momento donde todos mis amigos escogían su carrera univesitaria y por alguna remota razón que hasta hoy no encuentro explicación, decidí aplicar a Economía. Fui admitido y cursé únicamente un año antes de retirarme. Si algo aprendí en este año fue que la música no me suelta y yo no la suelto a ella. Somos incapaces de dejarnos. Me retiré de Economía porque venían profesores de Berklee College of Music por primera vez a Colombia a hacer audiciones. De los tres días de audiciones, fui el último músico a quien los 4 jurados audicionaron y fui admitido. Comencé clases en Boston en Septiembre de 2012 y unos meses después, comencé a conseguir becas que me permitirían continuar. Dejar mi casa a los 19 años me llenó de inspiración pero, tengo que admitirlo, miedo también. Pero el miedo a la soledad, a la incertidumbre, y al riesgo, es el miedo que mide de qué estamos hechos. Boston me fulminó con cientos de géneros musicales distintos, sacó de mí fortalezas y debilidades que no tenía idea que existían, y me llenó de historias de personas que hacían que mis problemas fuesen minúsculos y sólo pudiese estar agradecido por mi vida. Mejor dicho, en Boston se forjaron mis convicciones y se alinearon mis sueños. Al llegar a esta ciudad, nunca dejé de un lado la música Latina y canté en ensambles de Latin Jazz, Salsa, Merengue, y hasta fui el vocalista de una banda de Cumbia y Vallenato llamada "El Feeling", la cual sigo admirando. Conocí a docenas de artistas y músicos, todo para poder entender sus convicciones y aprender de ellas. Para poder sobrevivir, trabajé en empleos que no eran muy legales para un "estudiante internacional" en EEUU. Fui mesero, bartender, en otras ocasiones cuidé perros, y hasta fui promotor de un dúo de DJs suecos. Todo esto fue para terminar una carrera "formal" que mis Padres y yo habíamos luchado tanto para tener. Con todas las convicciones puestas en la mesa, las experiencias que habían quedado escritas, y todo lo aprendido de un camino con tropiezos y triunfos, durante mi último año de estadía en Boston, en Octubre de 2015 nace el concepto de Nabález. Como si me hubieran entregado una cajita de herramientas y unos troncos de madera, sentí que ya tenía lo necesario para comenzar a construir ese objeto que no necesariamente tendría una forma muy definida en su comienzo pero que poco a poco podría pulirse. Nabález es la suma de aquellos elementos que destacaron mi vida; el instinto animal y el apego a la naturaleza gracias a mis Padres, la fortaleza que me dio Lela, las letras románticas de la música de Goyo, el groove de la música Afro-Americana de Alejo, la pasión de los Tangos y las Rancheras de Nancho, la hiperactividad del Neo-Punk de Hemisferio, y el alma guerrera que nació en Boston. Otras se me escapan y seguramente no todos los elementos que me integran son musicales pero se alínean hacia un mismo horizonte que termina en Nabález. Hasta el día de hoy he creído que la manera en como este rompecabezas se alínea es el motivo por el cual hago música; porque escribir canciones y cantarlas es, sencillamente, como transformo mi realidad en algo tangible y porque soy incapaz de dejar ideas mudas y experiencias en el silencio. Esto de "ser artista" no es más sino un cambio constante de encontrarme y de dar a luz a las fichas que van armando quién soy, y seré. http://www.nabalez.com/