专辑简介

Thinking about a territory is thinking on different ways of appropriation, on a literal or imaginary possession, on individual or collective cartographies. What is MEI appropriating? Which territory is it demarcating in the artistic, aesthetic or geographic sense? MEI depicts our reality as composers and performers of far-off territories; it seeks to transcend the mental and geographical space designated perhaps by a complex reference mechanism, to insert the act (the action) into real contexts, contexts which likewise go beyond the capricious perspective of the genuine, of the local. Territory may seem an antinomic approach: to erase and to mark out; to empty and to fill: First, to empty. Then, to capture that void to comprehend and feel its power, in order to reinterpret the contents done, over and over again. The multiplicity of MEI’s viewpoint leaves behind these dichotomies, questioning the problem of map and territory through an acoustic-spatial appropriation and through the procurement of sound embodied in the physique, in the muscle as an axiomatic force. It is therefore the “electric body” the one which actually characterizes the interpretations, the one which reconfigures physical time into a living experience. Perhaps the key lies in this immanence. Listening to-watching these excellent flutists is an experience we shall never remain absent from.

Pensar en un territorio es pensar en modos de apropiación, en posesión literal o imaginaria, en cartografías personales o colectivas. ¿De qué se apropia MEI? ¿Qué territorio demarca en términos artísticos, estéticos o geográficos? MEI constata nuestra realidad como compositores e intérpretes de las lejanías; busca trascender el espacio mental y geográfico asignado quizás por un complejo mecanismo referencial, para insertar el acto (la acción) en contextos reales y superadores de la mirada caprichosa sobre lo genuino, lo local. Territorio puede parecer un planteo antinómico: borrar y marcar; vaciar y llenar. Primero, vaciar. Luego, captar el vacío para comprender y sentir su potencia, para reinterpretar los contenidos transitados una y otra vez. La multiplicidad de la visión de MEI deja atrás estas dicotomías, interpelando el problema del mapa y el territorio a través de una apropiación acústica-espacial y de un agenciamiento del sonido encarnado en el físico; en el músculo como fuerza axiomática. Es por lo tanto ese “cuerpo eléctrico” el que caracteriza sus interpretaciones; el que reconfigura el tiempo físico en experiencia vivencial. Tal vez en esta inmanencia se encuentre la clave. Escuchar-ver a estas excelentes flautistas, es una experiencia ante la cual jamás permaneceremos ausentes. Marcos Franciosi.